La depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades.
Ocasionalmente, todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos sentimientos, por lo general, son pasajeros y se superan en poco tiempo. En cambio, cuando una persona tiene un trastorno depresivo, este interfiere con la vida diaria y afecta al desempeño normal de sus actividades cotidianas.
Si Bien es una enfermedad común es considerada grave.
¿Te haz Sentido así? Ten cuidado con lo siguiente:
- Aislamiento social. Es super común querer quedarse en casa y no salir. Ojala tener la menor interacción social con otras personas.
- Dolores físicos. nuestro estado anímico puede somatizar ese sentir a tu cuerpo.
- Pérdida de interés por la vida. Se pierde el interés por hacer las actividades cotidianas y cuesta darle la importancia necesaria a todo lo que realizas.
- Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia.
- Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado.
- Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor.
- Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso.
- Ansiedad, agitación o inquietud.
- Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales.
- Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches
- Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
- Pensamientos suicidas. Ya un cuadro muy avanzado puede generar esto.
Algunas de las causales de la depresión son haber sufrido eventos traumáticos o estresantes, como el abuso físico o sexual, la muerte de un ser querido o problemas financieros. Pasar por un cambio significante en la vida, aunque haya sido planeado. Tener un problema médico, como cáncer, accidente cerebrovascular o dolor crónico.
Aquí te dejamos unos tips para que puedas afrontar la depresión.
- ¿Te sientes desconectado y solo? ¡Recuerda que Dios siempre está a tu lado. Enciende esa conexión divina
- ¡actualiza tus pensamientos con la Palabra de Dios!. Lee esos versículos que te animan para superar cualquier obstáculo.
- Escucha música que te anime y adora a Dios con todo.
- Comparte tus luchas con amigos de confianza que puedan orar contigo y levantarte cuando te sientas bajo.
- A veces la depresión se cuela cuando nos sentimos perdidos. ¡Pero Dios tiene un plan asombroso para tu vida! Establece metas basadas en su propósito y trabaja en ellas con pasión.
Recuerda, ¡eres amado y valioso en los ojos de Dios! La depresión puede intentar robarte la alegría, pero en Cristo tenemos la victoria.